La penetración es mucho más que el clásico mete-saca. Requiere conocer cuáles son los movimientos más placenteros, mucha práctica y encontrar el tempo ideal para nosotrxs y nuestra pareja. Cuando estamos presentes y concentradxs nuestro cuerpo se mueve en busca de más placer y conexión.
Algo parecido pasa con el baile. Para bailar bachata con nuestra pareja, tenemos que aprender a mover nuestras caderas, aprendernos los pasos y luego hacerlo al ritmo de la música para no tropezarnos. Sin lugar a dudas, el sexo también es un arte.
Aprender a movernos mejor durante el sexo nos ayudará a salir de la rutina a disfrutar más del sexo y a llegar al orgasmo más fácilmente. ¡Acompáñanos en este baile!
Paso a paso para aprender a mover la cadera
Mover las caderas es imprescindible si queremos “ser un as” en la cama.
En el caso de las mujeres o personas con vulva, aprender a mover la cadera nos ayudará a sentir más placer. Algunos movimientos de cadera aumentan la estimulación del clítoris y de las paredes vaginales, haciendo que nos derritamos de placer con cada movimiento. Esto implica a los dos miembros de la pareja, ya que si la otra persona realiza movimientos complementarios, la estimulación será más/menos profunda, según prefiramos, y podrá presionar y acariciar la zona G con el pene.
Paso 1: Prepara tu cuerpo
La práctica comienza antes de estar con la otra persona en un lugar tranquilo en el que nos sintamos cómodxs. Pon una música que te resulte sensual o estimulante y mueve el cuerpo lentamente, dejándote llevar. No intentes hacer movimientos bonitos, solo lo que te pida el cuerpo.
Paso 2: Movimientos básicos
Con las piernas un poco abiertas (forma de V) y las manos en la cintura, muévelas de izquierda a derecha y viceversa durante unos minutos. Cuando te apetezca, cambia este movimiento por el de delante atrás.
Paso 3: Rotación
Ya hemos comenzado a disociar las caderas. Para este ejercicio, vamos a mantener los hombros y el pecho lo más quietos posible. Sin levantar los pies del suelo, vamos a rotar la cadera hacia delante y atrás.
Paso 4: En círculos
Si no te sale en círculos desde el primer momento, une los movimientos básicos de la cadera y dibuja un rombo imaginario con estas. Redondea las líneas rectas hasta conseguir los círculos. Este ejercicio te permitirá aumentar la conciencia de tus caderas.
Paso 5: Elevación de cadera
Este ejercicio puede parecer más difícil, pero la técnica es muy sencilla. La flexión de la rodilla A, hará que la rodilla B se estire, elevando la cadera. Estira la rodilla A y flexiona la B. Ahora solo tienes que pillarle el truco y aumentar la velocidad.
Paso 6: Hombros y pecho en acción
Una vez que hayas dominado los movimientos anteriores, acompáñalos con los del pecho y los hombros. Puede que al principio te cueste coordinarlos, es cuestión de tiempo. Intenta sentir la música y, sobre todo, divertirte. Mover esta parte del cuerpo te ayudará a mantener el ritmo cuando estéis en la cama y visualmente será mucho más excitante.
Paso 7: Siente tu piel
Acaricia tus brazos desde los codos hasta los hombros, pasa al pecho y llega hasta los muslos. Sentirte te ayudará a dejarte llevar. No olvides que no hace falta ser Patrick Swayze o Jennifer Grey en Dirty Dancing para marcarte un meneo de caderas y dejar a tu compi con la boca abierta.
Ahora que sabemos cómo disociar la cadera y moverla a solas. Vamos a aprender cómo hacerlo para que ambas personas nos derritamos de placer juntas. Los movimientos, que podrían parecer un poco robóticos, se transformarán en una danza sensual.
Cómo mejorar en la cama si tienes pene
Después de estos consejos, vas a ver a tu pareja agarrada a las sábanas más que de costumbre. Estos consejos te servirán independientemente de tu orientación sexual y los genitales de tu pareja.
La entrada, tanto de la vagina como del ano, es la zona en la que se concentran más terminaciones nerviosas, por lo que su estimulación será la que más placer brinde a tu compi.
Hay que tener en cuenta otros factores, como que desde la vagina se accede a la zona G y desde el ano a la próstata, por lo que la forma del pene o del juguetito, y la postura influyen mucho también.
Hay que sumar los gustos personales, puesto que hay personas que se excitan más con las penetraciones profundas, aunque la entrada tenga más terminaciones nerviosas.
Dicho todo esto, recomendamos practicar con la postura del perrito, ya que la persona que penetra tendrá más rango de acción y podrá controlar mejor el cuerpo de la persona penetrada.
Movimiento 1: Penetración profunda
Arquea la espalda, saca la cadera hacia atrás y levanta los gluteos. Haz un movimiento largo que te lleve a elevar la cadera hacia delante. Los brazos no tienen que moverse, así que puedes relajarlos o agarrar las caderas de tu compi.
Este movimiento te permite hacer un gran recorrido y realizar penetraciones muy profundas. Puedes hacerlo lento, rápido, alternar velocidades…
Si tienes el pene curvo hacia abajo y estáis a cuatro patas, estimularás su zona G o próstata. ¡Ojo, si tiene el cérvix bajo puede resultarle molesto!
Movimiento 2: No solo la puntita
Es similar al primer movimiento. Solo tendrás que añadir un ligero movimiento en círculos y cambiar el recorrido largo por uno corto.
Te permitirá elegir si tener el pene todo el tiempo dentro y que la estimulación sea producida por los círculos o si entrar y salir, aumentando mucho tu placer.
Movimiento 3: Deseo conocerlo todo
Mueve tus caderas siguiendo una “n” abierta. Pon en práctica lo aprendido en el ejercicio de rotación. Agarra sus caderas para que te resulte más fácil no mover los brazos y evitar que el pene se salga. Así no os haréis daño.
Os resultará especialmente placentero si tienes el pene curvo hacia la izquierda o la derecha.
Cómo mejorar en la cama si tienes vulva/vagina
Las mujeres o personas con vulva también podemos aprender a mover más las caderas para estimular más y mejor nuestro clítoris, la zona G y el pene de nuestra pareja. Así disfrutaremos más durante la penetración, llegaremos al orgasmo más veces y serán más intensos.
¡3, 2, 1… Prepara esas caderas!
Movimiento 1: Rotación
Para aprender a rotar tu cadera, ponte de pie con las rodillas estiradas y fijas. Comienza girando tu cadera hacia delante. Primero hacia un lado y luego hacia el otro.
Cuando realices este ejercicio es importante que solo muevas la cadera, evita mover los hombros o el tronco. Conforme te vayas familiarizando con el movimiento, puedes ir aumentando la velocidad.
Cuando ya lo domines, practica con tu compi poniéndote tú encima, por ejemplo, en la postura de la vaquera. Acariciarás el pene de tu compi, rozarás tu clítoris contra su pelvis y su pene masajeará cada rincón de tu vagina.
Movimiento 2: El gusanito.
Ponte de pie y haz movimientos con tu cadera hacia delante, hacia la izquierda, hacia atrás, hacia la derecha… ¡y vuelta a empezar! Intenta dibujar un cuadrado. Este entrenamiento permitirá que tu cadera se mueva de forma fluida cuando lo pongas en práctica con la persona afortunada.
Una vez lo domines, toca hacerlo con tu compi. Realiza el movimiento del gusanito hacia delante y atrás, intentando llevar los glúteos lo más atrás posible con cada penetración. ¡Las sensaciones serán muy intensas!
Movimiento 3: ¡Baila dentro y fuera de la cama!
Si bailas twerking fuera de la cama, jugarás con ventaja dentro de ella. El twerking es un baile donde se mueven sensualmente los glúteos. Un secretito, ponte tu ropa interior favorita y sorprende a tu pareja con este baile tan excitante. ¡Se le saldrán los ojos!
¿Pero en qué nos va a ayudar el Twerking en la cama? Ponte sentada encima de tu compi, mirando a sus pies. Mueve las caderas hacia delante y hacia atrás, mientras mueves los glúteos.
En esta postura tú controlas la intensidad de la penetración, elige si quieres ir despacio y suave o si prefieres una penetración más profunda, y la otra persona disfrutará de las vistas más maravillosas del planeta.
Dominar los movimientos de cadera requiere tiempo y práctica, no te frustres si no lo consigues a la primera. Y, como siempre decimos, la comunicación es clave en el sexo. Pregúntale a tu compi qué y cómo le gusta más sin olvidarte del cuándo.