¿Qué es el Edging?
Aventurerxs, vamos por partes. Seguro que al escuchar esta palabra lo primero que pensamos es: ¡Uh! ¿Y esto qué es?
Esta palabra inglesa significa “al borde” o “al límite”. En sexología se usa para hablar de ese momento en el que nos quedamos al borde del orgasmo.
¿Pero para qué vamos a hacer eso? Parece toda una tortura china, pero, ¡nada más lejos de la realidad! El quedarnos a punto de tener un orgasmo varias veces, hará que cuando por fin consigamos tenerlo, veamos auténticos fuegos artificiales (será un orgasmo más largo e intenso)
Sabemos que la teoría está muy bien pero lo realmente importante es ir a la práctica, a si que…
Edging: Técnicas para expertxs en controlar el orgasmo
1. Imaginación al poder
El órgano sexual por excelencia es nuestro cerebro , así que vamos a regar nuestro deseo y nuestra excitación con fantasías eróticas. Si nos cuesta ponernos a tono nosotrxs solxs, los libros y/o los juegos eróticos pueden ser nuestros grandes aliados para elaborar fantasías.
Con el juego de 30 días Challenge, podemos sacar tarjetitas y fantasear con el momento en el que llevaremos a la práctica su contenido con nuestro compañerx.
2. ¡Despacito...!
Después de habernos recreado en nuestras fantasías más picantes, ya estamos listos para empezar. Recordemos la máxima del slow sex, el organo sensorial más extenso de nuestro cuerpo es nuestra piel, así que ¡Vamos a aprovechar!
Vamos a mimarnos y a darnos tiempo, acariciemos tooodas nuestras zonas erógenas (cuello, lóbulo de las orejas, pezones, corvas…) con mimo y calma. ¿Y sinos regalamos un placentero automasaje con un aceite efecto calor? ¡Nuestra excitación subirá hasta lo más alto y nos estaremos dando una gran sesión de autocuidado!
3. ¡Subamos la temperatura!🔥🔥🔥
A estas alturas ya estamos on fire y tenemos unas ganas locas de masturbarnos. Pero vamos a aguantar un pelín más. Vamos a aumentar la intensidad un pelín más, pero ojo 🧿, solo un pelín.
Vamos a acariciar los labios de nuestra vulva, el perineo, el punto U, los testículos, el glande, el punto P, el punto G… Podemos estimularnos con la mano, o si vamos para nota en sensaciones las balas vibradoras como baly, son nuestras grandes aliadas.
4. ¡A masturbarse!
Lo sabemos ¡Ya no puedes más! Así que ahora sí que sí, ¡hora de masturbarte!
Hazlo de la forma que más te guste, con las manos, con tu juguete favorito (a nosotras los succionadores de clítoris como Galatea nos parecen una fantasía por las sensaciones tan placenteras que producen).
5. ¡Manos arriba, esto es un orgasmo!
Poco a poco vas sintiendo como el placer es cada vez más intenso, tus pulsaciones se aceleran, empiezas a ponerte más rojx que un tomate…¡Quietx, el orgasmo está a la vuelta de la esquina! (esto en sexología lo llamamos punto de no retorno). Sabemos que es muy difícil parar justo en el momento en el que estás a punto de derretirte de placer, pero créenos ¡merecerá la pena y mucho!
Lo has hecho de 10, estas aprendiendo a identificar tus sensaciones corporales y a controlar tus orgasmos, ahora deja de estimular tus genitales y continua con otras zonas del cuerpo, recuerda que tu mayor órgano sensorial es la piel.
6. ¡Vuelta a la acción!
Vuelve a estimular tus genitales, déjate llevar por las sensaciones y disfruta de un orgasmo de película.
Si has usado un succionador de clítoris, es más que posible que estés listx para otro asaltx, ¿Te atreverías a probar los multiorgasmos? Aunque esto lo dejamos para otro placentero post 🤭.
Beneficios del Edging
Conocer tu cuerpo y tu placer, ser capaz de controlar tus orgasmos y sentir muchísimo placer nos parecen de por sí grandes motivos para practicar esta técnica, pero os contamos algunos beneficios más del edging.
Esta técnica nos ayuda a tomar conciencia de nuestro cuerpo y de las sensaciones que experimentamos durante el sexo, el orgasmo debe ser siempre una parte más del sexo, pero no la meta. En el caso de las personas con pene, practicar el edging a solas les puede ayudar a controlar la eyaculación en compañía.
A nivel cerebral tener orgasmos nos hace liberar oxitocina, dopamina y endorfinas, lo que hará que nos sintamos contentxs, relajadxs y con esa sensación de estar flotando en una nube. ¡A practicar se ha dicho!